Escrito por Keydi Peña. (Visita su blog en: https://kaps2002.wixsite.com/website)
Como pocos lo saben el capitalismo en esta época ha comenzado a desarrollar nuevos “implementos”, debido a que está constituido por varios parámetros políticos, económicos y culturales. Por otro lado, está “EVOLUCIÓN CAPITALISTA” (si la queremos llamar así) es conformada por menos límites. Se preguntarán ¿y éste qué propósito tiene? Pues pongámoslo así, tenemos una rueda, esta se aproxima a un punto de estanco; para que no llegue a ese punto se tendrá que buscar una solución viable. Algo similar pasa con el capitalismo, una solución para estos problemas son las renovaciones; estas buscan nuevas formas de producción, “resguardando” las que ya existen, con el propósito de no detener la producción.
En este siglo, en cuanto al ámbito político, el capitalismo se basa en una gobernanza corporativa GLOBAL, con esto quiero decir que se trata de un gobierno de facto de las grandes empresas que, sin eliminar ninguna institución, amputara las capacidades en favor de la corporación.
El objetivo dentro de la economía es mercantilizar todo ámbito de la vida, haciendo énfasis en la digitalización, BIENES, servicios, etc.…. Sin embargo, esto garantizará el negocio de acuerdo con las necesidades humanas, como lo son; la educación, bienes naturales, salud, vivienda y entre otros. “Algo sumamente importante es la solución que le dan a la escasez de vías de reproducción, por lo tanto, se duplicará la apuesta especulativa mediante el blindaje de la desregulación financiera.” (ZTai Reo, 2020)
En cuanto a la política, el propósito de esta será eliminar toda “traba democrática al natural desempeño económico” , refiriéndonos a que esta democracia ya no podrá ponerle fin a los negocios, sino que estos deberán realizarse bajo la primacía de la seguridad jurídica.
Por otro lado, otro propósito de éste “cambio” es ampliar las posibilidades de reproducción capitalista, en un momento crítico. Reforzando lo que algunos llaman el “radio de acción de algunas inercias sistemáticas-mercantilistas, protagonismo del poder corporativo, concentración y centralización capital”, asimismo se podría revisar la arquitectura “politico-cultural hegemónica en el siglo XX” (Hobsawn, 2017).
Para concluir, el capitalismo del siglo XXI es conformado por un “nuevo proyecto” que desmonta los mínimos democráticos en el marco del gobierno; un proyecto que se prepara para una expansión de crecimiento económico, sin tener garantía de alcanzar lo que se tiene en mente con el tema de productividad, no obstante, se lanzan a una constante incertidumbre.
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